martes, 30 de septiembre de 2014

Pedro J. Herrera Echavarría

Una chica de 18 años, rubia, menudita, bailando descalza sobre una mesa, es uno de los recuerdos eróticos de mi memoria setentaañera.
Se trata de una escena de "Y Dios creó a la mujer" y la chica en el improvisado tablao era Brigitte Bardot, que el pasado 28 de septiembre arribó ni más ni menos que a sus ochenta años.
Cuánto de los que sobrevivimos a todos estos años no la recordamos en una forma u otra. La BB, como se le marcó en las décadas 50 y 60, estremeció las pantallas y a los que seguíamos con ojos afiebrados de ansias aquella figurita que llevada de cierta magía nos la hacía ver más apetitosa de lo que físicamente era.
¿Qué tenía la Bardot, me pregunto? Los críticos la califican como un mito desde que decidió tomar una sencilla mesa para poner lelo primero a su coprotagonista Jean Louis Trintignant y después a lo que desde butacas en los cines de nuestras localidades la veíamos en aquellas para nosotros atrevidas escenas.
El tiempo se encargaría de mostrar que las escenas que veríamos después llegarían hasta lo pornográfico en ocasiones, pero ella fue primera, tímida quizás pero convincente sin duda para sombrearnos de rojo la cara.
Pero volviendo a la BB recuerdo que su primera película en Estados Unidos fue junto a Kirk Douglas en un filme titulado "Un acto de amor" y luego hizo otra donde se interpretó a sí misma en "Dear Brigitte" ("Querida Brigitte).
No voy a hacer una relación de sus cintas porque tienen la astronòmica cifra de más de 50 así como también incursionó en la canción.
En la década del 70 se retiró. Tuvo una idea admirable, hacer una fundación para combatir el maltrato a los animales. !Bravo!. Lo peor, nadie es perfecto, fue cuando en la década del 90 hizo declaraciones francamente islamofóbica. !Qué lástima!
No obstante, montandome en mi máquina del tiempo, yo la voy a imaginar siempre acariciando un animalito abandonado o dejandoque sus pies descalzos apoyen rítimicamente sus movimientos de cadera sobre una improvisada mesa convertida en tablao.    

viernes, 26 de septiembre de 2014

Rolando Aniceto rolandoaniceto@yahoo.es

En los jardínes del Hotel Nacional, declarado Monumento Nacional, llama la atención de los visitantes un enorme cañón colonial del tipo Ordóñez, cuya historia es la siguiente:

El 13 de julio de 1898, a las 4:10 p.m,, la estación telemétrica de la pirotecnia, ubicada donde está hoy la colina universitaria, reportó la presencia del buque de guerra norteamericano Montgomery, a ocho kilómetros de nuestras costas.

Poco después el jefe de la plaza ordenaba a la batería de Santa Clara, radicada en los terrenos del actual Hotel Nacional, hacer fuego contra la escuadra norteamericana.

Esta unidad española de artillería de costa estaba compuesta por dos cañones Ordóñez de 305 milímetros y varios Krupp más pequeños.

Los Ordóñez eran las piezas más grandes del ejército español, fueron inventados por el teniente coronel don Salvador Ordóñez,  su blanco efectivo alcanzaba los cuatro kilómetros y medio y los primeros llegaron a La Habana en diciembre de 1895.

El Ordóñez de lHotel Nacional fue el primero en disparar contra la flota estadounidense, para romper el bloqueo naval norteamericano contra La Habana.  

jueves, 25 de septiembre de 2014

INTRODUCCIÓN: Este cuento forma parte de un libro en preparación de Eddy Fernández Llanes.
                                                                                              
                                              L A  J U G A D A
                                       
AUTOR. EDDY FERNÁNDEZ LLANES   

Ahí está junto a su balón de oxígeno, respirando apenas, con esa expresión ausente que me lacera el alma. -¿Cómo te sientes?- le digo por decir algo- abre los ojos se entusiasma y me dice: Dame la jugada, Magda. Me quedo un rato mirando el rostro magro, donde los ojos parecen enormes como si quisieran salir de sus órbitas. Le digoPapi, salieron el 68, el 79 y el 64, vira la cara hacia la pared, acongojado y murmura sin mirarme: tragedia, puñalá y miseria, todo es desgracia. Pide sus libretas y se pone a analizar las tiradas de las últimas semanas, a veces está así horas y horas, envuelto en el leve humillo del cigarro que no ha querido dejar y yo me digo qué va a hacer el pobre si sólo tiene esos pequeños vicios de fumar, tomar sus tazas de café y jugar a sacarse un número en la bolita. En la cuadra hay una especie de club de jugadores que se reúnen para analizar las jugadas y él, orgulloso, les muestra sus records pormenorizados de los números salidos desde hace veinte años hasta la fecha.
Murió por la tarde, pobrecito, había acabado de hacer la jugada con los numeritos que seguía hace meses. Los vecinos se han portado muy bien, hay media cuadra aquí en la funeraria. Distraída estoy en estos pensamientos cuando mi vecina Virgen me abraza, me da el pésame y con un leve brillito de alegría en sus ojos me dice al oído: Felo cogió el candado, salieron los tres números de su última jugada. Me quedo impávida y pregutntó, ¿Cuáles salieron? Los tres numeritos que jugó esta mañana y que seguía hace meses: el 24, el 15 y el 63. Me levanto embelesada y doy un beso sobre el cristal del ataúd tras el cual Felo parece sonreír.  

lunes, 22 de septiembre de 2014


Los Principios de las Naciones Unidas en favor de las personas de edad fueron aprobados por resolución 46/91 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de fecha 16 de diciembre de 1991.

Alientan a los Gobiernos a que introduzcan en sus programas nacionales cada vez que sean posibles los principios siguientes:

Independencia
Las personas de edad deberán tener acceso a alimentación, agua, vivienda, vestuario y atención de saludes adecuadas, mediante la provisión de ingresos, el apoyo de sus familias y de la comunidad y su propia autosuficiencia.

Las personas de edad deberán tener la oportunidad de trabajar o de tener acceso a otras oportunidades de generar ingresos.

Las personas de edad deberán poder participar en la determinación de cuándo y en qué medida dejarán de desempeñar actividades laborales.

Las personas de edad deberán tener acceso a programas educativos y de formación adecuados.

Las personas de edad deberán tener la posibilidad de vivir en entornos seguros y adaptables a sus preferencias personales y a la evolución de sus capacidades.

Las personas de edad deberán poder residir en su propio domicilio por tanto tiempo como sea posible.

Participación
Las personas de edad deberán permanecer integradas en la sociedad, participar activamente en la formulación y la aplicación de ls políticas que afecten directamente a su bienestar y poder compartir sus conocimientos y pericias con las generaciones más jóvenes.

Las personas de edad deberán poder buscar y aprovechar oportunidades de prestar servicios a la comunidad y de trabajar como voluntarios en puestos apropiados a sus intereses y capacidades.

Las personas de edad deberán poder formar movimiento o asociaciones de personas de edad avanzada.

Cuidados

Las personas de edad deberán poder disfrutar de los cuidados y la protección de la familia y la comunidad de conformidad con el sistema de valores culturales de cada sociedad.

Las personas de edad deberán tener acceso a servicios de atención de salud que les ayuden a mantener o recuperar un nivel óptimo de bienestar físico, mental y emocional, así como a prevenir o retrasar la aparición de enfermedades.

Las personas de edad deberán tener acceso a servicios sociales y jurídicos que les aseguren mayores niveles de autonomía, protección y cuidado.

Las personas de edad deberán tener acceso a medios apropiados de atención institucional  que les proporcionen protección, rehabilitación y estímulo social y mental en un entorno humano y seguro.

Las personas de edad deberán poder disfrutar de sus derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares o instituciones donde se les brinden cuidados o tratamientos, con pleno respeto de su dignidad y creencias, necesidades e intimidad, así como de su derecho a adoptar decisiones sobre su cuidado y sobre la calidad de su vida.

Autorealización
Las personas de edad deberán poder aprovechar las oportunidades para desarrollar plenamente su potencial.

Las personas de edad deberán tener acceso a los recursos educativos, culturales, espirituales y recreativos de la sociedad.

Dignidad

Las personas de edad deberán poder vivir con dignidad y seguridad y verse libres de explotación y de malos tratos físicos o mentales.

Trato digno, independiente de la edad, sexo, raza o procedencia étnica, discapacidad u otras condiciones, y han de ser valoradas independientemente de su contribución económica.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

El licenciado cubano Carlos García López, promotor en la capital cubana del Club de la Autoconfianza, escribió algunas líneas sobre el tema para la hoja Vida Cristiana que se distribuye en las iglesias católicas,
En su escrito afirma lo importante de las emociones positivas para los adultos mayores en la ampliación de sus recursos físicos, intelectuales y sociales.
Y seguidamente señaló:
"Una de las autoras que con mayor rigor ha estudiado las emociones positivas y sus efectos es Bárbara Fredrickson, ganadora del premio Templeton de Psicología Positiva al mejor trabajo realizado por un científico menor de cuarenta años. Ella creó un modelo llamado "Modelo de Ampliación y Construcción de Emociones Positivas" demostrando cómo, entre otros beneficios, a través de las emociones positivas, la persona puede afrontar los momentos difíciles y salir fortalecido de ellos.
También en un número considerable de estudios se evidencia las beneficiosas consecuencias de la experiencia de estas emociones. Por ejemplo, influyen en:
- La disposición a ayudar a otros,  con actitudes generosas, solidarias, compasivas o altruistas.
- La tolerancia del dolor físico, como curas por heridas, accidentes, quemaduras.
- La motivación. Se ha demostrado que los estados positivos, como el optimismo, hacen que aumente la motivación, y por tanto, la probabilidad de realizar lo que nos hemos propuesto.
Los procesos de pensamiento. Algunos ejemplos de estos son:
- Cuando el estado de ánimo es bueno, el juicio tiende a ser más benévolo, tanto con uno mismo como con los demás.
- El estar contento hace que vengan más fácilmente a la memoria buenos recuerdos y vamos rememorando acontecimientos que corroboran , consolidan y prolongan nuestro bienestar.
- Los estados de ánimo positivos generan pensamientos flexibles, creativos y menos rígidos".
El artículo finaliza invitando a los que viven en La Habana a participar en el Club de la Autoconfianza en el Centro Fe y Cultura Loyola, Reina 463, esquina Belascoaín, Centro Habana, lugar conocido como la Iglesia de Reina.
 

domingo, 24 de agosto de 2014

Señor, Hazme sentir cada día, que ahora mismo es el momento más importante de mi vida, Que no te importa en donde estoy, si es en mi hogar o con mi familia, en la escuela o caminando por parques y calles, oficinas, comercios, visitando amigos o vecinos. No importa si estoy con alguien o si estoy solo, en este mismo instante, ya esté trabajando, leyendo o estudiando, o me esté divirtiendo, jugando, descansando, relajado y tranquilo, este momento es el más tranquilo de mi vida.

Me daré un buen banquete espiritual en este momento, el más importante de mi vida, disfrutaré de la oración, con gratitud a mi Señor, del paisaje, la puesta y salida del sol, la noche de luna estrellada, la bóveda celeste, y también la adoración en la iglesia, la meditación en el templo, la comunión con Cristo y con mis hermanas y hermanos de la comunidad cristiana.

Hoy, y ahora mismo, es el momento más importante de mi vida, voy a disfrutar de mi fortaleza y claridad mental, de mis pensamientos llenos de energía y los más altos ideales y sublimes sueños, de esperanza y paz, de nobles sentimientos,  de actos de caridad y de práctica de la justicia con la clemencia y moderación.

Hoy es el momento más importante de mi vida, pero no rechazo el pasado porque me ha dado experiencia, valores, tradición viva de bendiciones.

El futuro por venir, pero no lo desprecio porque estoy en las manos de Dios, vivo en su presencia cada momento, nunca podré estar más cerca de Dios que ahora mismo. En Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. Estoy sereno y confiado en la providencia divina que me llena de su gracia ahora mismo y en cada momento.

Estoy alerta y cada día despierto en su viva y amorosa presencia en mi, siento su cercana compañía y abro mi corazón con fe a sus bendiciones.

Ahora mismo y en este momento abro mi mente y presto atención a las ricas oportunidades de ser útil y servir, ayudar, acompañar, comprender, estimular, alentar a los que necesiten de mi porque soy un canal de amor y gracias del Señor, que me enseña "Por cuanto lo hiciste a uno de mis pequeñitos, los más humildes, a mi mismo lo hiciste"(San Mateo 25¨31-45).

Repíte de corazón mentalmente siempre: Señor, hazme consciente que ahora mismo es el momento más importante de mi vida.Amé
n.

IGLESIA EPISCOPAL DE CUBA, DIÓCESIS ANGLICANA
CALLE 6  NO, 273 ENTRE 11 Y 13 VEDADO, PLAZA, LA HABANA.CUBA
 
.
 
 

martes, 19 de agosto de 2014

Llegó tan entusiasmado a la casa que de inmediato  comenzó a buscar por todas partes un rosario que  se colgó al cuello, una medalla con la efigie de un santo que guardó en un bolsillo y un azabache que escondió baja la almohada. Comenzó a sentirse mejor, dormía más tranquilo, no obstante consiguió pezuñas, colmillos, quijadas y hasta piel de animales que acomodó en el cuarto junto a su cama. Una tarde, en una ceremonia singular, hizo una hoguera donde quemó laurel, sándalo, hinojo, cera de velas que habían alumbrado las noches de un jueves y viernes  Santos, y, al final, excrementos  secos de varios animales.

¡Por fin se sentía bien! Llegaba la paz, reía a menudo, tarareaba viejas canciones, bromeaba con Elena. Tomados de la mano, salían por los alrededores  de aquel paraje tranquilo, apacible y acogedor que rodeaba la mansión. Un día,  Marlon acopió todos los resguardos y los botó a la basura, menos  el rosario que siempre colgaba de su cuello.

Todo parecía volver a la normalidad hasta aquella fatídica tarde en que Elena llegó con su sobrina quien traía  su bebé en brazos; Elena lo tomó en los suyos y se lo entregó sonriente; en ese momento Marlon tuvo dudas, temores, pero cargó el niño que de pronto comenzó a gemir, sollozar hasta que terminó chillando, inconteniblemente, nada logró calmarlo, cuando ya casi lo lograban la madre y su tía, él se acercó levemente y  el pequeño irrumpió de nuevo en un llanto desconsolado. Aquella tarde Marlon no dijo nada, vagaba por la casa como errante de sí mismo y a partir de ahí cayó en una melancolía extrema. Ya no era sólo los sueños y pesadillas: de día y despierto escuchaba crujir los muebles, traquetear las ventanas, golpes en las puertas y  aquella  mirada perenne que no le abandonaba nunca; le parecía que todos le huían o miraban con recelo; comenzó a tener palpitaciones, falta de aire y mareos momentáneos. Elena trata por todos los medios de entretenerlo, de estimularlo, pero todo era inútil.

Fue aquella tarde tormentosa, en que su mujer había salido a buscar víveres, cuando todos los ruidos formaron un concierto fatídico, y en la puerta principal se  comenzaron  a escucharse golpes rítmicos que no  paraban. Elena le había dicho que no abriera la puerta aunque tocaran ¡No te acerques a ella! Le aconsejó enfática,   pero él  no podía resistir aquella tentación, aquel  raro impulso que lo acercaba  cada vez más hasta que puso la mano en el pasador y tiro fuerte. Dos enormes sapos saltaron hacia dentro  y Marlon quedó horrorizado  ante aquellos  cirios negros encendidos sobre cruces de igual color sembradas entre decenas de pequeños ataúdes embadurnados de grasa requemada  sobre conejos y gallinas degollados. Sintió un fuerte dolor en el pecho,  comenzó a convulsionar, cayó al suelo, trató de arrastrarse hacia dentro y quedó inmóvil.


La lluvia golpeaba el ataúd, los sepultureros lo  bajaban solemnemente mojados. Elena, estática, dejaba correr el agua por todo el cuerpo, sin abrir el paragua que sostenía cerrado en la mano; dio la propina a los trabajadores y regresó a la casa. Tras de sí fue dejando cada  pieza de ropa hasta llegar al baño donde durante largo tiempo dejó caer el agua caliente sobre el cuerpo aún frío por la lluvia. Se secó lentamente, fue a la cómoda, sacó de una gaveta un blúmer negro, lo observó y lentamente se lo puso, tomo una bata de dormir también negra, traslúcida y la dejó caer sobre los bellos hombros; volvió a meter la mano y extrajo una pequeña muñeca de trapo atravesada por muchos alfileres, caminó con ella hasta el baño, la lanzó en la taza, tiró del resorte, mientras escuchaba unos rítmicos toques en la puerta.