jueves, 31 de julio de 2014

En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos.

Un día, un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:

- ¿Sabes lo que escuché acerca de un amigo tuyo?

- Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño examen. Yo lo llamo el examen del triple filtro.

- ¿Triple filtro? , preguntó el otro.

- Correcto, continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir.

El primer filtro es el de la VERDAD.
¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?

- No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y...
- Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto o no.

- Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la BONDAD.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?

- No, por el contrario, yo…
- Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro de que sea cierto.

- Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD.
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?

- Bueno, la verdad que no.

- Bien, concluyó Sócrates. Si lo que deseas decirme ni es cierto, ni bueno e incluso no me es útil... ¿para que querría yo saberlo?

Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos cercanos y queridos.

La amistad es algo invaluable. Nunca pierdas a un amigo por algún malentendido o comentario sin fundamento.

"Ser sincero no es decir todo lo que se piensa; es no decir nunca lo contrario de lo que se piensa."

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